jueves, 29 de enero de 2009

El Hambre


"El Hambre iba y venía con un cetro en la mano y un gesto de petulencia tenebrosa lacrado sobre su calavera. El Hambre se complacía contemplando cómo las mujeres vertían el aceite en sus guisos midiéndolo con un dedal, cómo los niños aprendían a espulgar las lentejas, cómo las amas de casa se santiguaban junto a la puerta de la tienda antes de entrar a pedir comida al fiado, cómo los hombres sin trabajo se pasaban las horas muertas en la plaza exhibiendo sus pómulos agudos y su mirada extraviada por la resignación, cómo los gusanos se aposentaban en las libras de chocolate, cómo los gañanes ocupaban el hondón de su estómago con la algarroba de las caballerías, cómo las madres perdían lentamente la vista en la tarea de zurcir la ropa de sus hijos a la luz de una bombilla amedrentada, cómo los niños perdían en el atardecer las ganas de corretear y se sentaban formalitos en una silla, como ídolos extenuados por la desilusión... El Hambre contemplaba esas imágenes y se sentía dichosa, y se hincaba de rodillas para rezar por la extensión y el encarnizamiento de la guerra civil y para celebrar la bestialidad del terror y para rogar con altanera unción que la guerra no acabase nunca y reinase por los siglos de los siglos sobre los españoles; y después de rezar se erguía, levantaba el brazo derecho y cantabal el Caralsol con su rostro petrificado por la felicidad. La posguerra era una teodicea y el Hambre su profeta."


De La balada del abuelo Palancas

Félix Grande

Ya huele a carnaval II


Me ha dicho mi parienta que la vecina
al marido le ha puesto las banderillas,
y eso es un asunto normal aquí,
porque desde hace años
Bornos parece que es San Fermín.
No puedo creerme
todos los cuernos
que en este pueblo
hoy se están viendo.
Ay, Juan Sevillano,
yo te lo aconsejo:
para las próximas elecciones
en vez de alcalde,
sal de torero.

Cuplé de To er mundo ar zuelo; cudiao, questá ozifao
Carnaval de Bornos 2002

domingo, 18 de enero de 2009

A veces



Escribir un poema se parece a un orgasmo:
mancha la tinta tanto como el semen,
empreña también más en ocasiones.
Tardes hay, sin embargo,
en las que manoseo las palabras,
muerdo sus senos y sus piernas ágiles,
les levanto las faldas con mis dedos,
las miro desde abajo,
les hago lo de siempre
y, pese a todo, ved:
¡no pasa nada!
Lo expresaba muy bien Cesar Vallejo:
"Lo digo y no me corro".
Pero él disimulaba.

Ángel González

miércoles, 7 de enero de 2009

Obsesivo momento de tierna incertidumbre

Empezaré a creer en el destino
para argumentar el pasado cobarde,
ése que aún araña, y que tarde
o temprano bostezará su desatino.

Hay besos previstos y nunca dados,
y maletas que escupen migas de pan.
Los pasos al frente jamás se dan
sin la certeza de los recuerdos retomados.

Y comparemos mapas con ceniceros,
el resto en el plato con el estómago vacío;
regresa para retarme aquel vestido
que supo y quiso evadirme de lo venidero.

Creado para Lila dit ça

Ya huele a carnaval I

Taburete y golpe de martillo,
el betún que mancha un papel,
la añoranza robada al olvido
y los versos ya pueden crecer.
Los nudillos aportan el ritmo
entre suelas, plantillas y tacones.
Juan Girón, lléname esta copa,
que sólo me falta el punto para la copla,
que tengo una murga
que me la encargó.
Escribir toda una historia sin querer,
para el Bornos de aquellos tiempos
el mejor cronista fue.
Guiñaba un ojo y levantaba la veda
para cantar las libertades
en tiempos de represión.
Permítanme que les reproche
que una plaza sabe a poco.
No estamos demostrando
ser un pueblo tan murguista
si se olvida el esfuerzo
de Pepito el de Elisa.

Pasodoble de la chirigota Con la iglesia hemos topao
Carnaval de Bornos 2007
Foto rescatada de borniches.blogspot.com