domingo, 22 de febrero de 2009

Aljamía


Llamémosle tiempo

Cada cabello que pierde la rutina del reloj
se lleva contigo una de tus promesas.
Pero no te culpo.
Sentada siempre bajo la sombra
de una longeva memoria que no apropias,
te limitas a cumplir tu tarea de mortal.
La vida nunca se creó
para atarse a ninguna pasión;
disfruta de ella
permitiendo la reciprocidad.
No te culpo,
sólo quiero disculparme
por no pretender tampoco
una incesante eternidad.


Negro de calendario

Ha llegado. Los ciegos lloran
la suerte del sordo que duerme.
De la fuente emana,
sin admitir devolución,
agua sucia,
maquillaje para todo.
La gente se persigna,
la gente es así,
con la mano izquierda.
Benditos sean.
Espejos en humedad,
tiempo para decidir rostros.
Una página,
una tecla,
un amén.
Silencio.

Textos rescatados de Aljamía,
poemario de inicios de siglo.

domingo, 8 de febrero de 2009

Tu rodilla...



Una calle vacía
puede pertenecer a cualquier ciudad.
Los rótulos suelen repetirse
y el clima obedece y ejerce
bajo los designios del común calendario.
Una calle vacía
simula un corredor en silencio,
envejece ajena al interior
de los muros que la conforman,
y atenta contra la paciencia
de la noche que la aísla.
Las calles en Barcelona
reúnen un tablero de ajedrez.
En cada casilla se discuten
cientos de partidas;
una de ellas comenzó
con un dedo sobre tu rodilla…

domingo, 1 de febrero de 2009

Monocromo


Hoy he visto las tejas de tu cielo
y cómo el viento te ensucia el mar.
No son tuyos, ocupan tu lugar,
te crees botín de su eterno duelo.

Meadas de perro toman tus calles,
sirves en bandeja tus esquinas
dentro de platos que rechazan propinas.
No es por el cuello, se ahoga por el talle.

¿Acaso lloras la suerte ajena?
No confíes tu alocado oído
a la palabra que en el aire apena.

El mal que padeces está extendido,
siembra y recoge a su antojo,
y por Escala de Grises es conocido.
Creado para Lila dit ça